DEPTO. DE PSICOLOGÍA

DEPTO. DE PSICOLOGÍA

 

 

Estimadas familias del Colegio Andalué:

                                                                 Por estos días, los seres humanos estamos enfrentados a una gran amenaza sanitaria, como lo es la Pandemia originada por el Coronavirus. Y para poder hacerle frente, las autoridades de cada país -según sus particulares contextos- han adoptado diversas medidas y estrategias con el fin de proteger a su población, de modo que esta resulte lo menos afectada posible.

                                                                Lo anterior, ha conllevado un cambio profundo en la rutina de las familias:

-         Los centros educacionales se encuentran sin clases presenciales, por lo que los niños(as), adolescentes y jóvenes estudiantes están -en su mayoría- recibiendo apoyo online de parte de sus docentes y esto ha significado que los padres y las madres estén -“de la noche a la mañana”- más implicados(as) que nunca, en la actividad académica de sus hijos e hijas.

-         Estos mismos(as) estudiantes, han dejado de tener contacto directo, no solo con sus compañeros, sino que también con sus familiares, amigos y vecinos, producto de, por ejemplo, la instauración de la medida de cuarentena total, por lo que no tienen la posibilidad de cambiar de ambiente y producir los quiebres necesarios que les permitan adaptarse a la nueva rutina, marcada por el confinamiento.

-         La actividad física y recreativa, se ha visto socavada por las nuevas condiciones imperantes, produciendo la natural irritabilidad que provoca el sedentarismo al que están expuestas las personas.

-         Hay padres que también se encuentran trabajando desde sus hogares, debiendo cumplir simultáneamente dos o más roles: trabajador, padre, madre, tutor escolar.

-         Muchas fuentes laborales, se han visto fuertemente amenazadas o incluso, se han perdido. Sobre todo aquellas de índole independiente o relacionadas con el área del turismo, restaurantes, recreación, comercio, etc.

         A raíz de lo mencionado, cada uno de nosotros, desde su particularidad está experimentando procesos que tienen que ver con cómo nos afecta lo que está ocurriendo en el mundo, en el país y en nuestro entorno más cercano e íntimo. Y, seguramente, nuestra sensibilidad está más a flor de piel que nunca antes, por lo que nuestras acciones y reacciones pueden estar generando pequeños o grandes conflictos con nuestros hijos, hermanos, parejas.

         Nadie puede desconocer que la convivencia en estas circunstancias no es fácil, por lo que se requiere que todos hagamos los esfuerzos por mantener la cohesión familiar y social, que será aquello que nos permitirá mirar el futuro con esperanza.

         En este contexto, cobra importancia fundamental poner en práctica la hermosa habilidad de la EMPATÍA, que es la capacidad de percibir la experiencia subjetiva del otro(a).

         La Empatía se construye sobre la conciencia de nuestros propios sentimientos. Cuanto más abiertos estamos a nuestras propias emociones, más lo estamos hacia los sentimientos de los demás.

          La comprensión, la raíz del interés por alguien, surge de la sintonía emocional, de la capacidad de cada quien de sentir empatía.

         A continuación, algunas reglas básicas para lograr la empatía:

 

  1. Practicar la escucha activa, con la intención de entender al otro.
  2. Partir de la base de que tu forma de ver las cosas, es tuya, y que todos los puntos de vista son válidos y respetables.
  3. Entrenar la capacidad de entender tus propias emociones, como base para entender a los demás.
  4. Pregunta por emociones, no por datos.

         No nacemos con la capacidad de ser empáticos(as). Es algo que algunas personas desarrollan más que otras.

         Para desarrollar la empatía debemos partir por el autoconocimiento. Solo desde ahí podemos comprender, sentir y ayudar a los demás.

Los invito a darse 3 minutos para ver junto a sus hijos(as) un video muy hermoso relacionado con la empatía.

Que tengan una buena semana junto a sus seres queridos.

Miss Evelyn Azócar

Psicóloga Colegio Andalué